Reclamaciones teleofonicas (parte II)

Si uno se toma la molestia (y la paciencia) de hacer cuantas llamadas sean necesarias, aunque sea a los mismos números (o entrando en la rueda en la que algunos teleoperadores te sumergen, pasando de un número a otro, de un operador/a a otro/a hasta los límites de la paciencia; y agotando un tiempo que, en el menor de los casos, vale más que el importe reclamado), puede que uno se acerque a la solución.

((al menos, telefónicamente hablando, en la última llamada, parece que se han percatado del error (un error informático, evidentemente) y parece que han efectuado la devolución). Deberé esperar a recibir la próxima factura (o quizás, podré ver el abono en el área de clientes de la web)). Espero que, en breve, pueda explicar el final de este periplo y zanjar el problema.

Pero de momento, aún es pronto. A casi un mes de la expedición de la factura con un cargo erroneo, la pesadilla continúa